La mañana del lunes, el caso de Christian Stephens, un joven de 22 años acusado de provocar un choque frontal que cobró la vida de dos personas en Omaha, avanzó formalmente hacia el tribunal de distrito. El acusado enfrenta dos cargos de homicidio vehicular grave bajo los efectos del alcohol.

Los registros judiciales señalan que Stephens había comparecido inicialmente el 14 de julio, una semana después del accidente, ocasión en la que se le fijó una fianza de un millón de dólares. El siniestro ocurrió cuando, según la investigación, conducía en sentido contrario por la Interestatal 480, impactando de frente a un vehículo en el que viajaban cuatro personas. Dos de ellas, identificadas como Nicholas Humbert, de 21 años, y Adrianna Estrada, de 15, murieron a causa de la colisión.

Un investigador de la unidad de accidentes del Departamento de Policía de Omaha testificó que Stephens registró un nivel de alcohol en sangre de 0.08 en el lugar del incidente, y posteriormente de 0.03 en el hospital, una disminución considerada típica por el tiempo transcurrido entre ambas pruebas.

La defensa informó que el acusado declaró haberse desorientado tras tomar un giro equivocado en la calle 14, interpretando erróneamente que los otros vehículos circulaban en dirección incorrecta.

Con su traslado al tribunal de distrito, el proceso judicial entrará en una fase decisiva en la que se evaluarán las pruebas y se determinará la responsabilidad penal.