Ralston, Nebraska – La ciudad de Omaha vive un momento de transición en su infraestructura vial con la demolición del histórico puente ubicado en la intersección de la calle 72 y L. La estructura, levantada en 1962 y con más de seis décadas de servicio, comenzó a ser retirada en noviembre de 2025 como parte de un ambicioso proyecto que busca modernizar el tránsito en una de las zonas más concurridas de la ciudad.

El puente, que durante años permitió la circulación elevada sobre L Street, ya no será reemplazado por otra estructura similar. En su lugar, el plan contempla la creación de un intercambio a nivel, diseñado para mejorar la seguridad y la fluidez del tráfico. La decisión responde a la necesidad de actualizar un cruce que había quedado obsoleto frente al crecimiento urbano y al aumento del flujo vehicular.

La demolición inició con cierres nocturnos de la calle 72, afectando de inmediato a miles de conductores que utilizan diariamente esta ruta. Durante las primeras jornadas, la circulación se redujo a un carril por sentido en L Street, entre las calles 78 y 67, generando congestión y obligando a los automovilistas a buscar rutas alternas. El impacto también se sintió en los negocios cercanos, que reportaron una disminución en la clientela debido a la reducción del tránsito.

El proyecto, que se extenderá hasta la primavera de 2026, contempla la eliminación completa del puente y de las rampas de acceso. Posteriormente, se dará paso a un rediseño del cruce con carriles dobles de giro a la izquierda y uno a la derecha, además de la ampliación de la calle 72 a seis carriles al norte de L Street. 

La transformación del cruce representa más que un cambio físico en la infraestructura. Para muchos habitantes, la demolición del puente simboliza el cierre de un capítulo en la historia urbana de Omaha, marcado por la expansión de la ciudad en la década de 1960. Al mismo tiempo, abre la puerta a una nueva etapa de desarrollo, en la que la modernización de las vías se convierte en prioridad para garantizar la seguridad y la conectividad de la comunidad.

Aunque los cierres temporales generan incomodidad y retrasos, las autoridades locales sostienen que los beneficios a largo plazo serán significativos.