Nebraska registró 87 muertes por influenza durante la última temporada, la cifra más alta desde 2020, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos del estado. Con el inicio de la nueva temporada de gripe, los casos comienzan a aumentar, lo que ha llevado a profesionales de la salud a reforzar el llamado a la vacunación y a las medidas preventivas.

La temporada de influenza abarca de octubre a marzo, periodo en el que se presenta el mayor número de contagios. En hospitales y clínicas del estado, los especialistas recomiendan no esperar a presentar síntomas para tomar acción, ya que el virus puede propagarse rápidamente y sus efectos son más graves en personas con enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos debilitados.

Residentes estatales han optado por vacunarse anualmente, mientras que otros prefieren alternativas naturales por temor a posibles efectos secundarios. Sin embargo, los expertos recuerdan que la vacuna continúa siendo la herramienta más eficaz para evitar complicaciones, hospitalizaciones y muertes.

Las autoridades sanitarias señalan que existen dos tipos de dosis: una estándar para personas menores de 65 años y una de alta concentración dirigida a adultos mayores. Los síntomas suelen aparecer entre uno y cuatro días después del contacto con el virus, por lo que mantener hábitos saludables, lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto con personas enfermas son prácticas esenciales.

El Departamento de Salud de Nebraska reiteró su compromiso de informar a la población sobre los riesgos de la influenza y los beneficios de la vacunación, especialmente en comunidades rurales donde el acceso a servicios médicos puede ser limitado. La meta principal, afirmaron, es reducir las muertes y mantener a las familias protegidas durante los meses más críticos del invierno.