La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) emitió una advertencia pública para no consumir, vender ni distribuir ciertos lotes de camarones congelados importados de la empresa indonesia PT. Bahari Makmur Sejati, también conocida como BMS Foods. El organismo determinó que estos productos violan la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos (FD&C Act), debido a condiciones insalubres en su procesamiento que podrían implicar contaminación con cesio-137 (Cs-137), un isótopo radiactivo.

Hasta la fecha, se han registrado múltiples retiros voluntarios por parte de compañías distribuidoras en Estados Unidos. El 21 de agosto Southwind Foods inició el primer retiro, seguido por Beaver Street Fisheries el 22 de agosto. AquaStar (USA) Corp. realizó dos retiros, uno el 27 para productos de la marca Kroger y otro el 28 para la marca Aqua Star. Posteriormente, el 29 de agosto, Southwind Foods amplió su retiro, y el 19 de septiembre AquaStar extendió nuevamente su medida preventiva.

Si bien la FDA aclaró que ningún producto contaminado ha llegado al mercado estadounidense, la agencia trabaja de manera conjunta con distribuidores y minoristas que recibieron cargamentos posteriores a la detección inicial. En paralelo, se incluyó a PT. Bahari Makmur Sejati en una alerta de importación por contaminación química, lo que prohíbe temporalmente el ingreso de sus productos al país hasta que la compañía corrija las irregularidades.

El hallazgo que detonó esta investigación provino de un embarque detenido en frontera donde se detectó Cs-137 en niveles de aproximadamente 68 Bq/kg. Aunque esta cifra se encuentra por debajo del límite de intervención de 1200 Bq/kg establecido por la FDA, la agencia señaló que la exposición prolongada a bajas dosis podría incrementar el riesgo de cáncer a largo plazo.

Los posibles efectos del cesio en el organismo derivan de su capacidad para dañar el ADN de las células vivas, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades oncológicas. La exposición repetida a través del consumo de alimentos contaminados representa la principal preocupación.

La FDA recomienda a los consumidores desechar cualquier lote identificado dentro de los retiros anunciados y abstenerse de ingerirlos. Comerciantes y distribuidores deben eliminar el producto de sus inventarios y evitar su venta. Además, quienes sospechen haber estado expuestos a niveles elevados de cesio deben consultar de inmediato a su proveedor de salud.

La investigación continúa abierta y la FDA anunció que actualizará la información conforme avance el monitoreo de riesgos y se implementen nuevas medidas de seguridad alimentaria.