La discusión sobre la implementación de la marihuana medicinal en Nebraska sigue generando tensiones y descontento entre los defensores de esta medida. Durante una reunión de la Comisión de Marihuana Medicinal realizada, el periodo de comentarios públicos estuvo marcado por acalorados intercambios entre miembros de la comisión y ciudadanos que participaron en la campaña que impulsó la aprobación de la propuesta en las urnas.

Los defensores de la legalización expresaron su frustración al considerar que el trabajo de la comisión no refleja lo que la población exigió en el proceso electoral. Una de las principales inconformidades radica en la decisión de mantener únicamente 12 dispensarios en todo el estado, uno por cada distrito judicial. Según los críticos, esta distribución resulta insuficiente para atender la demanda en las zonas más pobladas de Nebraska, como Omaha y Lincoln, lo que podría limitar el acceso de pacientes que requieren tratamientos médicos con cannabis.

Por su parte, los integrantes de la comisión señalan que el marco regulatorio aún está en desarrollo y que su objetivo es garantizar un sistema seguro, funcional y acorde con las leyes estatales y federales. Además, recordaron que el organismo tiene como fecha límite el 1 de octubre para que el programa completo de marihuana medicinal esté operativo en el estado.

La polémica se da en un contexto de alta expectativa por parte de pacientes y familiares que buscan en la marihuana medicinal una alternativa terapéutica para diversas condiciones de salud. Mientras tanto, organizaciones de defensa de pacientes y sectores médicos insisten en que las regulaciones finales deben garantizar un acceso equitativo, seguro y eficiente para todos los habitantes de Nebraska, sin importar su ubicación geográfica.