México y EE. UU. lanzan plan binacional para frenar plaga que amenaza al ganado

México y Estados Unidos formalizaron este viernes un acuerdo binacional para combatir la plaga del gusano barrenador del ganado, una amenaza creciente que ha generado pérdidas millonarias y tensiones comerciales entre ambos países. El nuevo plan, firmado por autoridades de ambos gobiernos, busca contener la propagación de esta mosca parásita que devora tejido vivo en animales domésticos y silvestres, y que ha comenzado a desplazarse hacia la frontera estadounidense.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura) informó que el “Plan de acción de Aphis-Senasica” contempla medidas de control, vigilancia y regionalización del territorio mexicano, así como protocolos para la importación segura de ganado sano por vía marítima. El acuerdo también establece que la movilización de animales se limitará a corrales certificados por Senasica, con monitoreo intensivo mediante trampas con atrayentes para detectar la plaga.
Desde julio, Estados Unidos suspendió la importación de ganado vivo procedente de México, lo que ha generado pérdidas mensuales de 30 millones de dólares para el sector ganadero mexicano. A esto se suman sobrecostos por atención al brote que podrían alcanzar los 400 millones de dólares al cierre del año, según estimaciones de la Asociación Mexicana de Productores de Carne (Ameg).
Como parte del esfuerzo conjunto, Estados Unidos apoyará la construcción de una nueva planta en Metapa de Domínguez, Chiapas, que producirá hasta 100 millones de moscas estériles por semana. Estas moscas, incapaces de reproducirse, se liberan para reducir la población silvestre del gusano barrenador mediante competencia de apareamiento. Se espera que la planta esté operativa en el primer semestre de 2026.
Paralelamente, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anunció una inversión de hasta 750 millones de dólares para construir una planta similar en Edinburg, Texas, con capacidad para generar 300 millones de moscas estériles por semana. Esta instalación se ubicará junto a una base aérea ya destinada a la dispersión de moscas, en una estrategia que recuerda los esfuerzos del siglo XX, cuando EE. UU. logró erradicar la plaga mediante liberaciones aéreas masivas.
El USDA también destinará otros 100 millones de dólares a tecnologías complementarias para combatir el gusano barrenador mientras se construye la planta texana. Aunque no se ha precisado la fecha de apertura, se estima que el proyecto podría tardar entre dos y tres años en completarse.
La amenaza de un nuevo brote en Texas, el principal estado productor de carne en EE. UU., ha encendido las alarmas. Un repunte de la plaga podría elevar aún más los precios récord de la carne de vacuno y afectar la cadena de suministro nacional. El acuerdo binacional busca evitar ese escenario y restablecer las condiciones para la reanudación de las exportaciones ganaderas mexicanas.
Con información de EFE y Reuters