OMAHA, NE — Casi dos años después de un violento ataque en Memorial Park, el adolescente que entonces tenía 13 años y fue acusado de agredir sexualmente a una mujer mientras amenazaba su vida con un cuchillo, se prepara para regresar a clases este otoño bajo un estricto régimen de supervisión judicial.

El joven, que ahora está por cumplir 16 años, concluyó en mayo un programa intensivo de tratamiento en un centro especializado en Utah. Desde entonces, ha estado viviendo con su familia, sujeto a una serie de condiciones impuestas por el tribunal juvenil del condado de Douglas. Entre las medidas más estrictas se encuentra el uso obligatorio de un monitor de tobillo, así como la obligación de reportarse dos veces al día con su oficial de libertad condicional.

Además, el adolescente tiene un toque de queda a las 4 de la tarde y no puede acceder a internet ni utilizar dispositivos electrónicos sin la supervisión directa de un adulto. Su proceso de rehabilitación incluye sesiones de terapia individual y familiar. En el hogar, no se le permite compartir habitación con ningún otro miembro de la familia ni ingresar a los dormitorios ajenos.

Durante una audiencia celebrada este martes, el tribunal programó una revisión de progreso. El oficial de libertad condicional asignado al caso informó que el joven ha cumplido con todas las condiciones establecidas y sigue el plan de seguridad al pie de la letra.

De cara al nuevo ciclo escolar, si el adolescente utiliza el transporte escolar, deberá sentarse exclusivamente en uno de los dos primeros asientos del autobús, como medida preventiva adicional.

El caso continúa siendo monitoreado de cerca por las autoridades, mientras la comunidad observa con atención el desarrollo de este proceso de reintegración.