OMAHA, Nebraska- Un adolescente sospechoso de asesinato no será juzgado como adulto.

Un juez del Tribunal de Distrito del Condado de Douglas cree que el motivo del joven de 16 años que disparó y mató a un hombre el año pasado fue proteger a su madre.

Por ello, el juez ordenó que su caso fuera llevado al tribunal de menores.

En diciembre pasado, la policía de Omaha encontró a Charles Primes muerto en la acera. Le habían disparado cinco veces con su propia arma.

Los detectives arrestaron a un joven de 16 años por asesinato. El adolescente afirma haber actuado con miedo, preocupado de que Primes estrangulara a su madre.

El viernes, en una decisión de 92 páginas, el juez del Tribunal de Distrito Horatio Wheelock ordenó que el caso se trasladara al tribunal de adultos y lo remitió al tribunal de menores.

El adolescente será rehabilitado, en lugar de castigado.

Para empezar, Primes fue liberado de prisión durante 34 días por agresión doméstica contra otra mujer. El adolescente declaró a los detectives que había presenciado una violencia similar por parte del hombre contra su madre.

Tuvieron una relación intermitente durante 8 años. Dijo que derribó la puerta de una habitación para evitar que Primes volviera a estrangular a su madre.

El juez también citó un video de vigilancia que respaldaba la versión.

El joven de 16 años dijo que intentaba calmar la situación, ya que Primes le había quitado el teléfono a su madre otra vez.

Añadió que consiguió el arma de Primes, que estaba escondida en un respiradero del sistema de climatización del piso de arriba, porque temía que su madre volviera a ser estrangulada esa noche, y posiblemente asesinada.

El adolescente le disparó a Primes dos veces por la espalda mientras corría hacia su madre.

Y le disparó tres veces más mientras estaba en el suelo.

El juez Wheelock dictaminó que, debido al historial violento de Charles Primes, “...cuando el Sr. Primes comenzó a arremeter agresivamente contra su madre, el adolescente actuó en una fracción de segundo por temor a la seguridad de su madre...”

Y que existe “evidencia psicológica creíble y extensa de que su acción violenta se limitó a los hechos y al miedo del momento, y que permitir que el tribunal de menores lo rehabilite no representa un riesgo para la sociedad”.

En el fallo, el juez también dio gran importancia a otros dos puntos: el joven de 16 años no pertenecía a una pandilla. Un psicólogo determinó que el uso de la violencia por parte del adolescente se debía más a la resolución de problemas que al disfrute de la violencia o a la obtención de beneficios delictivos.