El fiscal general de Florida, James Uthmeier, presentó una polémica propuesta para crear una nueva prisión temporal destinada a migrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la cual sería construida en un remoto paraje de los Everglades y rodeada por caimanes y serpientes. La instalación, denominada “Alcatraz Lagarto” o “Alligator Alcatraz”, tomaría su nombre de la famosa prisión ubicada en la bahía de San Francisco, que el expresidente Donald Trump ha ordenado reabrir, y de la fauna salvaje típica de Florida.

El proyecto contempla aprovechar un aeropuerto abandonado en una zona natural de 101 kilómetros cuadrados, donde se levantarían las instalaciones capaces de albergar hasta mil migrantes. Según Uthmeier, las condiciones naturales del entorno ofrecerían una barrera de seguridad efectiva, evitando la necesidad de fuertes inversiones en infraestructura perimetral.

La iniciativa se enmarca dentro de una estrategia más amplia liderada por el gobernador Ron DeSantis para reforzar las políticas migratorias impulsadas por Trump. Entre estas medidas se incluyen convenios que obligan a las autoridades de los 67 condados de Florida a cooperar con ICE, así como propuestas para que la Patrulla de Carreteras participe en redadas dirigidas a la comunidad migrante.

Uthmeier aseguró que, de contar con el visto bueno del gobierno federal, la prisión podría estar operativa en un plazo de entre 30 y 60 días. La selección del sitio, explicó, responde al encargo del gobernador de localizar lugares viables para nuevas instalaciones de detención temporal ante el creciente flujo migratorio.

La propuesta ha generado controversia en un contexto de críticas constantes por las condiciones de detención en centros migratorios de Florida. En el centro de Krome, por ejemplo, más de un centenar de migrantes protagonizaron recientemente una protesta silenciosa formando la señal de “SOS” con sus cuerpos, en un llamado de auxilio captado desde el aire.

Además, se espera que esta semana el condado de Miami-Dade someta a votación un acuerdo que permitiría a ICE pagar 50 dólares por mantener a un migrante detenido durante 48 horas en una prisión local. El convenio también contemplaría otorgar a la agencia federal acceso directo a todos los detenidos y facultades para decidir qué información compartir con otras autoridades.