OMAHA, NE — La empresa Omaha Public Power District (OPPD) ha reportado un alarmante aumento en los intentos de robo de cobre en su infraestructura, lo que ha generado apagones, incendios y explosiones, además de poner en riesgo la vida de los responsables y de los trabajadores encargados de las reparaciones.

En un lapso reciente de solo diez días, se registraron cuatro incidentes relacionados con el robo de este metal, todos con consecuencias peligrosas. En algunos casos, los delincuentes sufrieron descargas eléctricas potencialmente mortales al intentar manipular líneas de alta tensión. Estos actos también han causado interrupciones en el suministro eléctrico y daños costosos que representan un gasto adicional para OPPD y, en última instancia, una carga para los clientes que pagan por el servicio.

Además de los riesgos físicos, los responsables enfrentan consecuencias legales severas. El robo de cobre es un delito y puede conllevar penas de prisión. OPPD ha reforzado su mensaje de advertencia: cualquier persona sorprendida cometiendo este tipo de delito será procesada.

La empresa eléctrica ya está adoptando medidas para reducir la tentación de estos robos, incluyendo la implementación de nuevos materiales y modificaciones en su infraestructura que disminuyen la cantidad de cobre accesible.

Desde la compañía se ha reiterado el llamado a la comunidad para reportar cualquier actividad sospechosa cerca de instalaciones de OPPD. Estos intentos de robo no solo son ilegales y peligrosos, sino que también tienen el potencial de afectar a miles de personas con interrupciones innecesarias en el servicio eléctrico.