La comunidad estudiantil de las Escuelas Públicas de Omaha (OPS) enfrenta un clima de incertidumbre ante las políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump. Mientras algunos padres se preocupan por la seguridad de sus hijos, las autoridades escolares aseguran que su prioridad es brindar un ambiente seguro y acogedor para todos los estudiantes.

El distrito, que atiende a 52,000 estudiantes, se caracteriza por su diversidad lingüística, con el 45% de las familias hablando un idioma distinto al inglés en casa, y un 26% de los alumnos identificados como aprendices de inglés. Para apoyar a esta población, OPS ofrece programas específicos, como cursos de desarrollo del idioma y un programa de integración para estudiantes recién llegados al sistema escolar estadounidense.

La resolución aprobada por OPS en 2017 refuerza el compromiso del distrito con la privacidad de sus estudiantes y sus familias. En ella se establece que, a menos que sea requerido por la ley, los empleados y representantes del distrito no usarán recursos institucionales para detectar o asistir en la detención de personas en situación migratoria irregular. Además, se limita el acceso de personal de inmigración a las instalaciones escolares, exigiendo notificación previa y autorización legal.

Las autoridades de OPS también han implementado protocolos para situaciones en las que un padre o tutor no pueda recoger a su hijo, coordinando esfuerzos con organizaciones comunitarias para garantizar el bienestar de los estudiantes.

El distrito planea revisar su resolución de 2017 para asegurar que continúe alineada con las necesidades actuales, aunque consideran que sus disposiciones actuales son suficientes. En este contexto, OPS reitera su llamado a las familias para que mantengan a sus hijos en la escuela, subrayando su compromiso de proporcionar un entorno de aprendizaje seguro y equitativo.