El Senado de Nebraska analizará un polémico proyecto de ley, LB 556, que busca endurecer las medidas contra el crimen juvenil en áreas urbanas, permitiendo enjuiciar a menores desde los 12 años como adultos por delitos violentos. La propuesta, presentada por el senador Merv Riepe a solicitud del gobernador Jim Pillen, surge como respuesta a casos recientes que han puesto en tela de juicio la eficacia de las leyes actuales.

Actualmente, solo los menores de entre 14 y 18 años pueden ser procesados como adultos por crímenes graves como homicidio, robo o agresión sexual. De aprobarse LB 556, los niños de 11 y 12 años podrían ser detenidos en instalaciones de alta seguridad mientras los tribunales determinan el curso legal a seguir.

La legislación ha generado controversia, especialmente tras un caso reciente en Omaha donde un niño de 11 años, acusado de participar en el asesinato de un conductor de Uber, fue declarado incompetente para ser juzgado debido a su falta de entendimiento sobre las acusaciones. Este menor, aunque bajo custodia en un hogar grupal, no está asegurado, lo que preocupa a las autoridades locales.

Defensores del proyecto argumentan que la ley actual carece de herramientas para tratar casos de menores que cometen crímenes graves. Sin embargo, críticos como la investigadora Anne Hobbs y organizaciones como Voices for Children en Nebraska advierten que criminalizar a niños tan jóvenes no solo es inhumano, sino que podría agravar el problema al exponerlos a entornos carcelarios que limitan su rehabilitación.

El debate también incluye propuestas alternativas, como reforzar programas de intervención temprana y apoyo psicológico, en lugar de recurrir al encarcelamiento.