Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine ha identificado microplásticos y nanoplásticos dentro de placas ateroscleróticas en pacientes, generando preocupación por su impacto en la salud cardiovascular. Este hallazgo, realizado por investigadores de la Universidad de Campania Luigi Vanvitelli, establece por primera vez una conexión directa entre estos contaminantes y un posible aumento en el riesgo de infartos y derrames cerebrales.

La investigación analizó a 257 pacientes y encontró que más de la mitad presentaban depósitos de grasa arterial contaminados con partículas de polietileno y cloruro de polivinilo (PVC), materiales comunes en productos de consumo diario. Este descubrimiento añade otra dimensión alarmante al creciente problema de la contaminación por plásticos, que previamente había sido detectada en órganos como la placenta y la sangre.

Aunque los resultados no concluyen que los microplásticos sean causantes directos de enfermedades cardiovasculares, la correlación observada plantea serias preguntas sobre los efectos acumulativos de la exposición diaria a estos contaminantes. La presencia de estas partículas en el sistema circulatorio podría agravar las condiciones arteriales, lo que subraya la necesidad de una mayor investigación en esta área.

Este estudio representa un llamado a la acción para entender mejor los riesgos asociados con los microplásticos, tanto en términos de salud como de regulación ambiental. Mientras tanto, los expertos instan a reducir la exposición a plásticos en la vida cotidiana como una medida preventiva, destacando la urgencia de desarrollar soluciones sostenibles para minimizar su presencia en el medio ambiente y en el cuerpo humano.

Los hallazgos abren un nuevo capítulo en la lucha contra la contaminación plástica, revelando que sus efectos van más allá del medio ambiente y alcanzan directamente la salud humana de formas aún desconocidas.