Posibles aranceles de Trump podrían impactar los precios de alimentos en Estados Unidos

La propuesta del presidente electo Donald Trump de imponer aranceles del 25% a productos importados de México y Canadá podría causar un aumento significativo en los precios de alimentos como aguacates, fresas y otros productos básicos en Estados Unidos, según economistas agrícolas y líderes de la industria. Este plan, que busca frenar el flujo de drogas y migrantes ilegales, plantea graves repercusiones para el suministro alimentario del país.
México y Canadá son los principales proveedores de productos agrícolas para Estados Unidos, con importaciones valoradas en 86 mil millones de dólares en 2023, según datos del Departamento de Agricultura (USDA). Aproximadamente dos tercios de las verduras y la mitad de las frutas y frutos secos importadas provienen de México, incluyendo el 90% de los aguacates y el 20% de las fresas. La implementación de estos aranceles podría desatar una “espiral inflacionaria” al incrementar los costos para consumidores y negocios, advirtieron expertos.
La medida también afectaría al sector de bebidas, incluyendo tequila y mezcal, cuyas importaciones desde México alcanzaron los 4,660 millones de dólares en 2023, un 160% más desde 2019. Incluso los populares cócteles margarita podrían encarecerse, afectando tanto a restaurantes como a consumidores.
Por otro lado, el comercio de ganado entre México, Canadá y Estados Unidos también está en riesgo. México exporta anualmente más de un millón de vacas a su vecino del norte, un componente crucial para el suministro de carne de res en Estados Unidos. Aunque algunos productores locales podrían beneficiarse de la reducción de competencia extranjera, los precios de la carne podrían elevarse aún más para los consumidores.
Estas tensiones comerciales podrían repercutir en las negociaciones del acuerdo USMCA, programadas para 2026. Expertos advierten que, si los aranceles se mantienen, Estados Unidos podría ser visto como un socio comercial poco fiable, incentivando a los importadores a buscar proveedores en otros mercados.
Con un déficit proyectado de 42 mil millones de dólares en el comercio agrícola para 2025, la implementación de estos aranceles podría no solo aumentar la inflación, sino también alterar las dinámicas del comercio internacional, afectando a consumidores y productores por igual.