Un potente terremoto de magnitud 7,7 ha estremecido a Myanmar (Birmania) y Tailandia, causando devastación en varias regiones y dejando un saldo preliminar de cientos de viviendas destruidas. El epicentro del sismo se ubicó en Myanmar, a una profundidad de 10 kilómetros y a una distancia de 16 kilómetros de la ciudad de Sagaing, según reportes iniciales.

El violento movimiento telúrico se sintió en países vecinos como China, India, Bangladesh y Laos, generando pánico entre la población y alertas preventivas en zonas vulnerables. En la ciudad de Mandalay, una de las más afectadas, las operaciones de búsqueda y rescate han comenzado de inmediato, mientras los equipos de emergencia trabajan arduamente para sacar a personas atrapadas bajo los escombros y brindar atención médica a los heridos.

 Las autoridades locales han informado de daños estructurales significativos, mientras que cientos de familias han quedado sin hogar debido al colapso de sus viviendas. La situación es crítica y los equipos de respuesta rápida continúan evaluando la magnitud de los daños y las necesidades urgentes de los damnificados.

El impacto del terremoto ha generado preocupación por posibles réplicas que podrían agravar la situación. Los esfuerzos de rescate y ayuda humanitaria se han intensificado mientras la comunidad internacional permanece atenta a la evolución de esta emergencia.

La situación en Myanmar es delicada, y la prioridad en estos momentos es salvar vidas y atender a los afectados. Esta es una noticia en desarrollo, y se espera que las autoridades proporcionen más información conforme avance el día.